sábado, 19 de marzo de 2011

Si ya no puede ir peor...

Salvada sin quererlo de una muerte deseada, ahora se me acumulan los problemas.
Debo dinero por el gasto excesivo (por adicción) al tarot, sigo deprimida aunque con episodios de pura normalidad anímica, continúo sin poder salir a la calle más lejos del perímetro de mi barrio, Toni ha resultado ser un capullo que me trata como el culo desde que sale con su nueva novia (incluso ha llegado a decirme que se sintió prisionero durante nuestra relación, mentira, claro está, una puta y burda mentira) y he optado por mandarle a tomar por culo, Raúl se contradice con sus palabras y hechos, y yo ando con ganas de sexo pero sin querer implicarme con nadie, así que, por si me da por enamorarme, ni siquiera lo busco.

Dentro de toda esta mierda, un pequeño oasis: pasar una temporadita en casa de mis padres para aprender a ser persona de nuevo. Supongo que ganaré peso, ganaré color porque saldré a la calle, ganaré confianza en mí misma, ganaré la batalla a la adicción.

Y dentro de toda esa mierda una gran ilusión: la expo de mayo. Tres canciones, varias fotos y el arte flotando en ella. Hoy Sus la ha visto y se ha emocionado... ha sido precioso porque no esperaba que ella sintiese así de profundas las cosas.

Así que los kikis y yo nos vamos al menos 10 días a casa de mis pas y a la vuelta, tal vez, todo esté un poco mejor en mi vida.

Parece que todo lo que me ocurre es para aprender, para mejorar... debo ser una alumna nefasta porque está tardando todo mucho en salir como me gustaría. Me dicen que soy joven (jajajjja, por Dios, que rozo la cuarentena!!) y que todavía me da tiempo a hacer muchas cosas. No es cierto, ellos no lo saben, pero yo sí. Me queda aprender a vivir, algo que debería haber hecho hace 20 años. Lo bueno es que tengo ganada la sabiduría de los que sufren, que me conozco a mí misma casi a la perfección, que reconozco mis errores e intento enmendarlos. Lo malo es que esta misión del 33 a veces se convierte en una carga. Principalmente porque las "víctimas" elegidas son tan complicadas que se hace difícil conseguir mis objetivos con ellas. No tengo un contacto contínuo como para que se note el avance y hay más dolor que otra cosa en el proceso. Con lo sencillo que sería todo...

En fin.

Hoy la luna estará más llena que nunca. Habrá que salir a la calle y buscarla para dar unas caladas en su honor.
Y el 20 empieza la primavera (de hecho las temperaturas ahora son deliciosas y el sol brillantísimo).

Y yo sigo esperando a que ocurra lo escrito. Con pocas ganas pero sí mucha curiosidad...

Si ya no puede ir peor hagamos un último intento y esperemos que el viento, ese viento, sople a favor... Bendito Bunbury.