lunes, 29 de agosto de 2011

Dos meses

Dos meses ha durado el equilibrio.
He conseguido salir de un agujero y hacer cosas nuevas y satisfactorias. Julio fue un buen mes, me sentía bella por dentro y por fuera.
El castigo de no poder irme en agosto de nuevo ha supuesto volver a pensar, volver a echar de menos, volver a deprimirme.

Cada vez es más duro porque cada vez se espera más de mí y se me entiende menos.

Estoy HARTA de tener que mantenerme bien y no conseguirlo. Dos meses. Y de nuevo todo negro.
Me duele el pecho de llorar poco, de gritar menos, de no poder hablar de lo que siento ni siquiera a través de mis fotos.

Testigos por todos lados con miradas de reproche, silencios de reproche, gestos de reproche y... palabras que intentan ser alentadoras. Meteos en vuestros asuntos, dejadme en paz. Solo yo sé lo que me pasa y solo yo sé lo que me gustaría que me pasase.

Todo esto es una prueba de Dios... je, al final habrá recompensa. Pues yo me cago en la prueba y en la recompensa porque soy un ser humano no un jugador, no una pieza. Y soy yo la que sufre y tiene que salir una y otra vez del puto infierno cuando lo que me gustaría es quedarme a vivir allí para siempre y olvidarme de que no está bien ni siquiera que haya entrado.

Fui concebida en él y a él pertenezco, dejad de querer mostrarme como un ser normal que debe hacer una vida normal y ser mediocremente feliz. Nací para los extremos, para llevar alegría a los demás mientras yo me pudro en la puta miseria que son mis días.

Sí, tengo depresión. Sí, mi vida es una mierda. Y sí, estoy hasta los putos cojones de que se me aconseje cambiarla con pequeñeces cuando lo que necesito es EL CAMBIO.

Me torturo recordándole, pensando que se me arrebató la felicidad aun sin haberla rozado con la yema de los dedos. Es injusto, es cruel y NO PUEDO GRITARLO y nadie me comprende y... Dios, por qué he de luchar para ponerme bien, por qué otra vez el puto esfuerzo si es inútil? No tiene sentido, nada lo tiene. Te suplico día a día que me lleves YA contigo pero tienes reservado para mí algo que te impide tomar la decisión de quitarme de enmedio. Dámelo ya, estoy lista para ser feliz, dámelo ya...

Esta vez no me odio a mí, os odio a todos vosotros por tantas cosas que si las escribiera me arrepentiría. DEJADME EN PAZ, OLVIDÁOS DE QUE EXISTO como ha hecho él. El único que me importa ahora mismo y el único que no se acerca a mí. Egoísta, soy egoísta. Y qué? Me importa todo una mierda.

No es justo tener que escribir toda esta mierda porque no puedo hablarla con nadie. Madres que han perdido a sus hijos, pueden expresar su dolor, hombres que pierden sus trabajos o se arruinan, mujeres con cánceres, no sé, todo el mundo puede escupir lo que lleva dentro sin temor a que se les mire como a bichos raros. Y yo he de guardar silencio... puto silencio que me ahoga.

Iros todos a la mierda. Yo me quedo en mi infierno.

sábado, 19 de marzo de 2011

Si ya no puede ir peor...

Salvada sin quererlo de una muerte deseada, ahora se me acumulan los problemas.
Debo dinero por el gasto excesivo (por adicción) al tarot, sigo deprimida aunque con episodios de pura normalidad anímica, continúo sin poder salir a la calle más lejos del perímetro de mi barrio, Toni ha resultado ser un capullo que me trata como el culo desde que sale con su nueva novia (incluso ha llegado a decirme que se sintió prisionero durante nuestra relación, mentira, claro está, una puta y burda mentira) y he optado por mandarle a tomar por culo, Raúl se contradice con sus palabras y hechos, y yo ando con ganas de sexo pero sin querer implicarme con nadie, así que, por si me da por enamorarme, ni siquiera lo busco.

Dentro de toda esta mierda, un pequeño oasis: pasar una temporadita en casa de mis padres para aprender a ser persona de nuevo. Supongo que ganaré peso, ganaré color porque saldré a la calle, ganaré confianza en mí misma, ganaré la batalla a la adicción.

Y dentro de toda esa mierda una gran ilusión: la expo de mayo. Tres canciones, varias fotos y el arte flotando en ella. Hoy Sus la ha visto y se ha emocionado... ha sido precioso porque no esperaba que ella sintiese así de profundas las cosas.

Así que los kikis y yo nos vamos al menos 10 días a casa de mis pas y a la vuelta, tal vez, todo esté un poco mejor en mi vida.

Parece que todo lo que me ocurre es para aprender, para mejorar... debo ser una alumna nefasta porque está tardando todo mucho en salir como me gustaría. Me dicen que soy joven (jajajjja, por Dios, que rozo la cuarentena!!) y que todavía me da tiempo a hacer muchas cosas. No es cierto, ellos no lo saben, pero yo sí. Me queda aprender a vivir, algo que debería haber hecho hace 20 años. Lo bueno es que tengo ganada la sabiduría de los que sufren, que me conozco a mí misma casi a la perfección, que reconozco mis errores e intento enmendarlos. Lo malo es que esta misión del 33 a veces se convierte en una carga. Principalmente porque las "víctimas" elegidas son tan complicadas que se hace difícil conseguir mis objetivos con ellas. No tengo un contacto contínuo como para que se note el avance y hay más dolor que otra cosa en el proceso. Con lo sencillo que sería todo...

En fin.

Hoy la luna estará más llena que nunca. Habrá que salir a la calle y buscarla para dar unas caladas en su honor.
Y el 20 empieza la primavera (de hecho las temperaturas ahora son deliciosas y el sol brillantísimo).

Y yo sigo esperando a que ocurra lo escrito. Con pocas ganas pero sí mucha curiosidad...

Si ya no puede ir peor hagamos un último intento y esperemos que el viento, ese viento, sople a favor... Bendito Bunbury.

miércoles, 19 de enero de 2011

Final del camino

No sé si alguien leerá esto. David, tú puede que sepas cómo encontrarlo, me conoces bien.
No quiero que llores. No por mí. Piensa que he hecho lo que quería, que por fin he conseguido mi objetivo.
Coherencia. Es una simple cuestión de coherencia.
Si con 17 años no fui capaz hay un motivo: todavía tenía que ayudar a mi madre a ser la mujer maravillosa que es hoy. Todavía tenía que aprender a querer a mi padre. Todavía tenía que conocer a mis amigos de la universidad con los que tantas cosas he compartido. Todavía tenía que ser maestra, sacar una oposición, llevar alegría a los niños. Todavía tenía que vencer el trauma que me dejó el tipo del sótano y conocer lo que es el placer del sexo. Todavía tenía que enamorarme y ser correspondida. Todavía tenía que conocer a Carlos y llegar a ser la mujer que le marcaría para siempre. A David y abrirle una puerta a un mundo diferente. A Raquel y hacerle esas fotos maravillosas. A Ventura y llevarle un cachito de alma. A Pik y prestarle aquel dinero cuando más lo necesitaba, a Susana y sus nenes, mi Daniela y Marcos, a mi sobrino del alma que me ha dado tanto amor, a Toni e intentar que viva la vida desde otra perspectiva, a Raúl y devolverle las ganas de vivir, a Miguel, a Xem, a Clotas...
Quiero pensar que algo bueno he hecho por ellos, quiero pensar que me recordarán sonriendo.
Pero ya no sonrío. Solo lloro. Y me estoy muriendo lentamente. El cáncer de la depresión se ha comido todas las células alegres que me quedaban, a pesar de que hoy me he reído a medio gas despidiéndome de Toni.
Y Ada, mi dulce Ada... cuánto amor concentrado en un cuerpecito tan pequeño. Y Susi y después Tatu y Fosky. Mis nenes, mi dulce compañía.
Ya no me queda nada. No tengo trabajo, no tengo nadie que me haga sentir viva, no tengo fuerzas para probar a ver si existe algo más.
Me retiro con la cabeza bien alta con la intención de no ser recordada por mi dolor.
No existen imágenes ni palabras suficientes para expresarlo. Solo la sensación de ahogo.
Sé que estaré bien. Paso a formar parte de lo más grande: la energía universal. Y dejo buenos recuerdos, más de los que yo imagino.
No aprendí a quererme, imposible hacerlo conociéndome tan bien. Así que no hay reproches hacia ninguno de mis amores por haberme dejado.
He vivido todo lo intensamente que mi salud me lo ha permitido. No he pasado por la vida como si nada y sé que dejo huella en muchos corazones. Eso me reconforta.
Pido perdón por el daño que he causado, siempre ha sido para paliar el que yo sentía.
Pido perdón por el daño que causo ahora. Pero, por una vez, he de ser egoísta y pensar en mi propia felicidad.
Dejo fotos, dos gatos maravillosos, un piso y... recuerdos.
Mucha fuerza a todos, sabéis que podéis comeros el mundo, sabéis que sois necesarios.
No me voy con pena. Tampoco con alegría. Pero me voy tranquila.
38 años con muchas vivencias. Quisiera recordar las buenas, pero no soy capaz ahora. Pero sé que he sido feliz muchas veces y no todo el mundo puede decir lo mismo.
He amado intensamente, hasta límites insospechados y estoy orgullosa de haber sido capaz de ello.
He vivido con pasión cada uno de los buenos momentos.
Solo ha habido un fallo en mi vida: mi enfermedad. No soy capaz de seguir en el infierno al que me lleva la depresión y no sé salir de él, a pesar de que lo he conseguido una y mil veces. Pero esta vez es diferente. No hay salida hacia el mundo conocido, solo hay una puerta a lo desconocido que me traerá paz.
Recordad mis abrazos, mis sonrisas, mi risa.
No os quedéis con lo malo, que lo hay y mucho.
Estaré bien. Estaré en el lugar donde me corresponde, el lugar del que venimos y que abandoné por error al colarme en el vientre de una madre.
Os quiero. Mucho más de lo que haya sabido expresar con palabras o gestos. Limitaciones del ser humano.
No os he mencionado a todos, pero sabéis quiénes sois.
Y que viva Bunbury!!
:)

Lurdes
Lu
Camino

martes, 2 de noviembre de 2010

"For me, insanity is super sanity. The normal is psychotic. Normal means lack of imagination, lack of creativity "

— Jean Dubuffet

jueves, 2 de septiembre de 2010

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Luchar contra los elementos externos, luchar contra la propia naturaleza interna...
No he dormido bien. Me dolía la espalda (mezcla de dolores menstruales con la postura que cojo en el sofá). Me ha despertado Tatu rascándose la oreja insistentemente y mi cabeza ya ha empezado a crear una historia de lo que le puede pasar o no, lo que ha derivado en una inquietud que me ha llevado al desasosiego.
Así que aquí ando levantada a las siete de la mañana con el Kiki tumbado a mi lado mientras releo viejos correos que no hacen sino empeorar mi ánimo.

Y fumando...

Y queriendo estar bien lo que hace que me ponga peor.

Tengo pánico a una recaída. Y busco signos de alerta para evitarla. Cómo si se pudiese. Oh, Dios, Dios, Dios, por qué no me creaste sana? Para que tuviese la evidencia de que la felicidad es un bien preciado? No hacía falta, te juro que hubiese valorado cada minuto de mi vida si me hubieses dejado.

Tengo hambre. Estoy cansada. Y sigo leyendo día tras día "qué genial eres" cuando es mentira, y respondo con un "eso dicen" para no quitarle la ilusión al otro. Estoy hastiada de todo esto. No soy genial, solo sensible e intuitiva y veo cosas de los demás que el resto no ve, a veces incluso ellos mismos lo ignoran. Pero no soy genial. Unos minutos de conversación no son suficientes para sentenciar eso. Por favor, si solo hay que darse un paseo por mi interior y ver todos mis defectos. Es tan absurdo como pensar que Tom Cruise no tiene legañas ni se tira pedos. Que le veamos impecable, cercano, atractivo y directo durante dos horas de película, no quiere decir que sea las 24h así.

Miserias humanas... cuánto nos queda por aprender, a unos más que a otros, pero yo, que llevo años en esto (jajaja, como si fuese una profesión analizarse como persona) sé la verdad. Los demás me resultan como niños, excepto unos cuantos contados con los dedos de las manos.

Qué absurdo es todo y qué cansada estoy.
Después de tantas operaciones peligrosas, tantas arduas recuperaciones, tanto dolor, tantas enfermedades y pastillas, sería una PUTADA del Destino que no sobrevivieses a una operación simple en la que estarás solo sedado...

Estoy preparada desde hace años, pero no quiero que ocurra. No ahora que estoy bien y puedo darte alegrías.


No pa, no ahora, no así.